Te encuentras ante un electrodoméstico con una etiqueta amarilla y una letra que te genera dudas. La eficiencia energética de tipo D es, en la nueva escala, el “aprobado por los pelos”. Se trata de una categoría que representa un consumo de energía que ya empieza a ser considerable. En esta guía te voy a explicar de forma muy directa qué significa esta clasificación y si de verdad te compensa.
Entendiendo la clase D en la nueva escala energética
Con la nueva etiqueta de eficiencia energética (que va de la A a la G), la clase D se ha convertido en una de las más comunes en las tiendas. Esto no es casualidad, se debe al cambio de baremo:
- El efecto del “reseteo”: muchísimos productos que antes presumían de ser A+ o A++, con la nueva y más estricta escala, han caído a la categoría D. No es que sean peores, es que la forma de medir es más exigente.
- Un consumo estándar, pero mejorable: un producto de tipo D cumple con la normativa actual de eficiencia, pero su consumo es significativamente mayor que el de sus hermanos de clase C, B o A. Se sitúa justo en la media de la tabla.
En pocas palabras: un producto de clase D funciona, es legal y es mejor que uno de clase F o G, pero está lejos de ser una opción de ahorro energético.
¿Dónde es más común encontrar la eficiencia de tipo D?
Esta categoría abunda en el mercado, sobre todo en productos donde el precio de compra es un factor de decisión muy importante.
En electrodomésticos de gama de entrada
Es la calificación más habitual en los electrodomésticos más económicos. Si buscas una lavadora, un frigorífico o un lavavajillas por el menor precio posible, es muy probable que te encuentres con modelos de clase D. Aunque el desembolso inicial es bajo, recuerda que su coste de funcionamiento será más alto mes a mes.
En el certificado energético de viviendas existentes
Una calificación D en el certificado energético es un resultado muy común para una gran parte del parque de viviendas en España. Suele corresponder a edificios construidos hace décadas, con un aislamiento deficiente, ventanas poco eficientes y sistemas de climatización antiguos. Indica un consumo elevado y un gran potencial de mejora.
La cruda realidad de los números: el coste oculto de la clase D
Aquí es donde el ahorro en la compra empieza a hacer aguas. Un producto de clase D no es “un poco” menos eficiente, la diferencia es muy notable. Un electrodoméstico de clase D puede llegar a consumir hasta un 40-50% más de electricidad que uno de clase B para realizar la misma tarea.
Esa diferencia, que puede parecer pequeña en un solo día, se convierte en un gasto extra muy importante al cabo de un año, y en un desembolso enorme a lo largo de toda la vida útil del aparato. El chollo inicial se va diluyendo con cada factura de la luz.
Mi consejo de experto: evita la clase D siempre que puedas, especialmente en electrodomésticos de uso continuo como el frigorífico. El ahorro en la compra es un espejismo. Es mucho más inteligente invertir un poco más en un modelo de clase C o B y que esa inversión te retorne en forma de ahorro en tus facturas.
Entonces, ¿cuándo podría tener sentido comprar un clase D?
Aunque mi recomendación general es evitarla, puede haber situaciones muy específicas donde podría ser una opción a considerar:
- Para un uso muy esporádico: si buscas un pequeño electrodoméstico para una segunda residencia a la que vas dos semanas al año. En este caso, el mayor consumo no tendrá un gran impacto en el cómputo anual.
- Si tu presupuesto es extremadamente ajustado: si necesitas un electrodoméstico de forma urgente y tu presupuesto no te permite, bajo ningún concepto, optar a una clase superior.
Fuera de estos casos, hacer un pequeño esfuerzo económico para saltar al menos a la clase C siempre será una decisión más rentable a largo plazo.
¿Buscas la máxima eficiencia para tu hogar?
Sabemos que encontrar el equilibrio entre el precio de compra y el ahorro a futuro es la clave. Si quieres que te asesoremos para elegir los electrodomésticos o sistemas de climatización más eficientes que se ajusten a tu presupuesto, ponte en contacto con uno de nuestros gestores.
Preguntas frecuentes sobre la eficiencia energética tipo D
¿Un electrodoméstico de clase D es de mala calidad?
▲No necesariamente. La eficiencia energética no mide la calidad de los materiales, la durabilidad o las prestaciones del aparato. Un electrodoméstico de clase D puede ser de una marca excelente y funcionar perfectamente durante muchos años, simplemente su motor y sus componentes consumirán más energía que los de un modelo de clase superior.
¿Puedo mejorar la calificación de mi casa si tiene una D?
▼¡Sí, y mucho! Una calificación D indica un gran margen de mejora. Acciones como mejorar el aislamiento de la fachada (SATE), cambiar las ventanas por unas de doble acristalamiento o instalar un sistema de climatización eficiente como la aerotermia pueden hacer que tu vivienda salte a una clase B o incluso A, con el consiguiente ahorro y revalorización.